Después del incidente que tuvimos por la rotura del embrague del coche que alquilamos a la agencia Badget antes de salir de zona del aeropuerto de Dublín, que nos solucionaron con la entrega de otro coche, decidimos ponernos en marcha para visitar los Jardines de Powerscourt según lo que teníamos planificado. Por desgracia llegamos a las cuatro de tarde al lugar y ya no nos daba tiempo suficiente para visitarlos, ya que cerraban a cinco y media de la tarde. Lo único que podíamos visitar era la cascada y así lo hicimos.

Tal como ya he comentado en el post del rincón de los jardines del Powerscourt, la cascada del Powerscout pertenece a la finca de Powerscourt Estate, que está situada a unos 6 km de la mansión y de los jardines de Powerscourt.

La cascada tiene una caída de agua de unos 121 m de altura, que se puede apreciar desde abajo. El lugar es un valle encantador donde más bien está pensado para que los ciudadanos de Dublín y de sus alrededores puedan realizar picnic y pasen un día en la montaña con toda la familia. El lugar, en menos de media hora lo tienes todo visto, es por esto por lo que creo que pagar 6,00 € por su visita es excesivo, otra cosa es que vayas con niños y quieras pasar un día de picnic en este precioso lugar.

Teníamos que llegar antes de las siete de la tarde para cenar en algún restaurante de Rathdrum y luego ir a la casa de Bet & Breakfast que teníamos reservada. Nos pusimos en marcha ya que era el primer día que conducía por la izquierda y las carreteras eran súper estrechas, con muchas curvas y el pavimento en mal estado, como la mayoría de carreteras de Irlanda. Es todo un repto y una aventura, conducir por este país para un turista que no sea anglosajón.