Una interesante visita a dos núcleos históricos de las Tierras de Medinaceli, en la Comunidad de Castilla y León, los cuales poseen el título de Bien Interés Cultural.
La comarca de la Tierra de Medinaceli y también conocida por Arcos del Jalón está situada en el extremo este de la Comunidad de Castilla y León en la provincia de Soria. Esta comarca está atravesada por el rio Jalón donde el Cid Campeador en su destierro encontró refugio. Esta es una comarca con mucha historia que vale la pena conocer, de ella ya hemos publicado dos reportajes: El Monasterio de Huerta y Monteagudo de las Vicarías. Hoy nos vamos a centrar en el núcleo de la Villa de Medinaceli que está declarado Conjunto Histórico Artístico y el núcleo de Somaén a orillas del rio Jalón, un núcleo con mucha historia en el que aún queda mucho por descubrir.
Empezamos por la mañana desde Alhama de Aragón en donde estábamos hospedados, la idea era visitar por la mañana Medinaceli y por la tarde Somaén. No tuvimos mucha suerte aquel día, ya que los monumentos turísticos de Medinaceli estaban cerrados, ya que era el día de la semana que está cerrado por fiesta semanal. Pero sí que pudimos realizar un largo y tranquilo paseo por todas sus calles, las cuales permanecían silenciosas, donde nos cruzamos con muy poca gente a nuestro paso.
Villa de Medinaceli
Arco romano – C1703-9135
Colegiata de Ntra. Sra. de la Asunción – C1703-9142
Plaza Mayor – C1703-9157
El municipio de Medinaceli cuenta con dos grandes núcleos diferenciados y separados. Uno es el de Medinaceli-Estación, donde está centrada la zona comercial de la ciudad y el otro el de la Villa de Medinaceli que contiene todo el núcleo histórico de la ciudad, el cual está situado a casi 4 km en lo alto de un cerro donde domina todo el valle del Jalón.
La villa de Medinaceli fue una plaza importante para los romanos, la cual se la arrebataron a los Belos, de ello existen indicios desde el siglo II a. C. cuando se le llamaba Occilis. Este fue un lugar estratégico para controlar la ruta que unía Caesaraugusta (Zaragoza) con Toletum (Toledo).
A lo largo de su historia ha continuado siendo siempre un enclave importante, dado que su situación hizo de frontera para los musulmanes, los cuales permanecieron en esta zona durante varios siglos, de ellos procede el nombre de Medinaceli. En el año 1129 Alfonso I de Aragón conquistó estos territorios, los cuales pasaron a manos de los Reyes Católicos. Más adelante en la guerra de la Independencia española, también fueron claves para vencer a las tropas napoleónicas, en la que Juan Martín Díez, El Empecinado, defendió entre capa y espada esta plaza de los ataques de las tropas de Napoleón.
Empezamos el recorrido por el monumento más emblemático del núcleo histórico, el Arco Romano. Este monumento está compuesto de tres arcos, uno central muy grande, destinado al paso de los carromatos y dos laterales mucho más pequeños, para el paso de transeúntes. Fue construido en el siglo I a. C. y su diseño es de influencia trajana. Su conservación es aceptable, aún que su decoración está muy desgastada por el paso del tiempo y el lugar donde está emplazado. De todas formas, es un monumento muy importante ya que es el único que existe en España de estas características.
Seguimos el recorrido por la calle del Portillo, una preciosa calle empedrada donde pudimos apreciar la arquitectura castellana típica de esta zona, con las fachadas de piedra vista rojiza las cuales están muy bien cuidadas. Llegamos a la plaza de la iglesia donde pudimos ver la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo gótico tardío. La iglesia esta compuesta de una sola nave en la cual se le adhieren varias capillas. En su interior cabe destacar la cripta románica, la reja gótica que cierra el presbiterio del siglo XVI y el Cristo de Medinaceli, una gran talla del siglo XVI.
Continuamos por la plaza del Carmen hasta llegar a la Plaza Mayor, donde se encuentra en un lateral de la plaza el Palacio Ducal, de estilo renacentista construido a lo largo del siglo XVI, por encargo de los duques de Medinaceli, de los cuales lucen en la fachada dos escudos. Actualmente es la sede de la Fundación de Arte Contemporáneo. En el lado oeste de la plaza se encuentra el edificio del Aula arqueológica, actualmente está utilizado como espació interactivo para dar a conocer la historia de Medinaceli. Al este de la plaza se encuentra La Alhóndiga, un edificio del siglo XVI, caracterizado por su soportal de cuatro arcos, que se repiten en la galería superior. Antiguamente se utilizaba como sede del Concejo para realizar transacciones comerciales. Actualmente es la sede del Ayuntamiento de Medinaceli.
Continuando la ruta por la plaza del Beato Julián, se encuentra la Ermita del Beato Julián de San Agustín, construida en el siglo XIX en la casa natal del beato, gracias a las aportaciones de los vecinos de la localidad. En la plaza de Almanzor encontramos los restos de la muralla en la que se encuentra la Puerta Árabe, aun que el nombre no muestra la realidad de su origen, ya que es romano, según muestran sus los cimientos de la misma. El arco actual es apuntado, y según parece antiguamente existía un arco de media punta o de herradura.
Los restos de la muralla defensiva que rodean el perímetro del núcleo histórico de Medinaceli, incluido el Castillo, conservan tramos romanos y lienzos medievales, su anchura oscila entre 1,40 a 1,80 metros y su longitud es de 2.400 m. El Castillo está situado en la parte alta de un montículo, lugar donde los Condes de Medinaceli decidieron construirlo en el siglo XIV, aprovechando este sitio estratégico donde ya había existido la Alcazaba árabe, para reforzar las defensas de la Villa. Actualmente los restos del castillo presentan una planta rectangular con tres torreones circulares en tres de sus esquinas y una torre cuadrangular en la cuarta esquina, la cual era la torre del homenaje. La construcción actual es de sillarejo y mampostería, la verdad es que la parte reconstruida es rara ya que le faltan las almenas.
Cabe destacar otros monumentos destacables del núcleo, el Mosaico romano, del siglo II d. C. en la Plaza San Pedro. El Nevero medieval, situado al norte del núcleo histórico, de procedencia árabe que se utilizaba para almacenar la nieve de invierno, para poderla utilizar en el verano. También es destacable el Convento de Santa Isabel, fundado por la Duquesa de Medinaceli, por su devoción a San Francisco, al cual aportó algunos edificios colindantes con la Iglesia de San Martin. Posteriormente en el 1528 el obispado de Sigüenza concedió una licencia para el establecimiento de un convento que lo agregó a la iglesia de San Martin. Actualmente lo ocupan las monjas Clarisas. En el edificio hay que destacar el estilo castellano del mismo y los vanos y las puertas del siglo XVI, con toques flamencos.
Núcleo de Somaén
Panorámica de Somaén – C1703-9672
Ermita de la Soledad – C1703-9681
Calle del barrio alto – C1703-9689
El núcleo de Somaén pertenece al municipio de Arcos del Jalón, que se encuentra a unos 5 km. Está situado en la hoz del rio Jalón cuyas casas permanecen escalonadas en la ladera de un cerro que está coronado por el Castillo de Somaén.
El paraje natural donde se encuentra es espectacular dado que el desfiladero está envuelto de varios cerros o peñas donde habitan una buena cantidad de aves rapaces, como la Peña de los Buitres, los Quemados o la Peña Buitrera. Sorprende también muchísimo la variedad del colorido que presentan los acantilados, con el color rojizo de las rocas en contraste con los arbustos de color verde u ocre.
La historia del núcleo de Somaén no está muy clara, pero existen pruebas que sus primeros pobladores se remontan a la edad del bronce, según el hallazgo de vasijas en la Cueva de la Mora. Tampoco está documentado que posiblemente la ocuparon los árabes, según parece el nombre de Somaén es de procedencia árabe, aun que su significado es ambiguo. El que si se conoce es que Beltrand de Bearne en el siglo XIV, adquiere la propiedad del territorio al linaje de los Morales, devolviéndolo al condado de Medinaceli en el que Luis de la Cerda lo convertiría en ducado en el siglo XVII. Posteriormente en la guerra de invasión Napoleónica el pueblo quedó arrasado y quemado por los franceses, incluso el palacio ducal.
Actualmente el núcleo tiene registrados unos 35 habitantes que viven básicamente en la parte baja del pueblo, ya que en la parte alta residen veraneantes que compraron las casas al arquitecto Manuel de la Torre, para rehabilitarlas y crear residencias de lujo con jardines colgantes.
Los restos del castillo que quedan encima del cerro, tal como ya he dicho, también fueron comprados y rehabilitados por el arquitecto Manuel de la Torre para realizar un pequeño hotel de lujo. Del antiguo castillo, existe solo una torre de planta pentagonal muy alargada, que tiene forma de quilla de un barco. El acceso al interior de la torre es por un arco ojival, antiguamente esta torre había tenido cuatro plantas, pero hoy solo conserva la plata del tejado en la cual se ha construido una vivienda que pertenece al hotel.
Es interesante recorrer el núcleo que dispone de callejuelas empedradas que suben por la ladera de la montaña, con casas de estilo castellano muy bien decoradas. Cabe destacar la Parroquia de Nuestra Señora de la Visitación del siglo XVIII, una iglesia de una sola nave, con un campanario frontal de tres vanos para las campanas. En su interior dispone de un artesanado en el techo que conserva su policromía en la parte del presbiterio, el altar es de estilo barroco. Otro monumento es la Ermita de la Soledad que se encuentra en la parte alta del pueblo en el camino que lleva a Arcos del Jalón. Construida en el año 1820, disponiendo de una plata en forma de cruz griega, con un soportal en la entrada.