Un recorrido por el precioso núcleo histórico de un pueblo tranquilo y acogedor que ha sabido sacar partido rehabilitando su patrimonio arquitectónico.
El sábado de finales de febrero decidimos visitar una población a la cual habíamos estado hace unos diez años o más, ya en aquella época nos gustó como población, pero la sorpresa que nos llevamos fue que últimamente han realizado unas mejoras urbanísticas y de rehabilitación de su patrimonio monumental que hace que tenga un gran potencial turístico. Para aquellos que os encanta visitar pueblos pintorescos y bien arreglados con aire medieval, estoy seguro de que no os defraudara, ya que no tiene nada que envidiar con los más conocidos de Catalunya, con la diferencia de que no está masificado, de momento.
Sant Llorenç de la Muga está situado a 18 km de Figueras, en el valle alto del rio la Muga, debajo de los acantilados de la Muga en las estribaciones del Pirineo y el Pantano de Boadella. Un valle montañoso donde abundan preciosos bosques de encinas, robles y pinos, donde se cultiva cereales, viñas y olivos.
Núcleo historico medieval
La Sociedad de Fraternidad
Canal del centro histórico
Puerta de entrada al núcleo amurallado
Calles del centro histórico
Vista del campanario de la iglesia de Sant Llorenç
Su núcleo urbano conserva parte del recinto amurallado del siglo XIV-XV, con tres puertas de entrada al núcleo histórico y cuatro torres, en las cuales se puede subir a través de una escalera que han habilitado para poder ver unas fantásticas vistas del pueblo y su entorno desde lo alto de cada una de ellas. Las casas del núcleo amurallado presentan también un estado inmejorable ya que en la mayoría sus fachadas han sido también rehabilitadas, las cuales mantienen una estética de piedra vista con dinteles y puertas de madera de color marrón y las calles están empedradas.
La mayoría de estas casas se construyeron en los siglos XVII y XVIII en una época de prosperidad del pueblo sobre todo, gracias al textil y las fraguas que se dedicaban a producir munición durante el reinado de Carlos III, hasta que en el año 1794 los franceses las destruyeron en la guerra de los pirineos. Las calles mantienen el esquema medieval, con tres calles paralelas que sigue el trazado del meandro del rio La Muga, las cuales comunican la puerta norte con la puerta oeste del recinto amurallado.
El centro neurálgico del pueblo es la plaza Carles Camps, donde se encuentra la iglesia de origen románico de Sant Llorenç, construida en el siglo X, la cual a lo largo de su historia ha sufrido varias remodelaciones, la ultima en el año 2000. Actualmente presenta una estructura de dos naves con bóvedas de cañón, con un crucero y los ábsides, la nave lateral izquierda no existe. En la parte sur de la misma tiene añadida una capilla de estilo gótico, construida entre los siglos XV y XVI. El campanario lateral también fue ampliado en el siglo XVIII, alcanzando actualmente la altura de 15 metros.
En esta misma plaza se encuentran La Sociedad de Fraternidad que preside la plaza, con una esplendida terraza con servicio de Bar, ejerciendo también de teatro. Le acompañan también la plaza dos restaurantes, un estanco y un colmado. Siendo estos los únicos establecimientos que puedes encontrar dentro del núcleo amurallado.
Otra de las atracciones monumentales de Sant Llorenç de la Murga es el canal que atraviesa el pueblo justo al lado de la muralla norte, con una reproducción fiel de la antigua noria instalada en el parque del Pep la cual dejó de funcionar hace unos sesenta años, en la que asegura el ayuntamiento que permitirá regenerar 60.000 litros de agua del rio La Muga para que próximamente produzca energía eléctrica a la población.
Un paseo por sus alrededores
Torre del campanario de la Iglesia de Sant Llorenç
Puente de hierro
Vista desde una de las torres de una calle de la población
Parque del Pep
Vista desde uno de los torreones
Noria de agua del parque del Pep
El castillo de Sant Llorenç, está situado fuera del recinto amurallado, a unos 200 metros de la puerta de oeste. De él solo se conserva una torre de planta cuadrada y parte de los muros que la envuelven, su construcción esta datada entre los siglos XII y XIII. La lástima de este monumento es que junto a los restos del castillo se encuentra una casa moderna la cual desmerita los restos del mismo.
Para aquellos que les encanta realizar pequeños paseos, os recomiendo un recorrido de tres kilómetros y medio, que consiste en subir hasta la Torre de los Moros o la Torre Guaita que se alza encima de un cerro en el que se pueden ver preciosas vista del pueblo y todo el entorno de Sant Llorenç de la Muga y bajar por una pista forestal asfaltada que desciende hasta la ermita y el puente de Sant Antoni.
El camino comienza en el puente de hierro que cruza el rio La Muga donde se encuentra un pequeño parque con una fuente, desde este punto sale un sendero que sube mediante 230 escalones hasta la Torre de los Moros. La torre fue construida entre los siglos XII y XIII como elemento de vigilancia del valle. La torre es redonda de dos pisos, se acede por la puerta de entrada situada al norte, en interior existe una escalera adosada al muro interior de la torre para subir a lo alto de la misma.
Bajando por el sendero asfaltado, una vez abajo encontramos primero el puente de Sant Antoni, construido entre los siglos XIV y XV, en el que ofrece un rincón con cierto encanto al estar entre dos rocas y una preciosa garganta. Al otro lado del puente se encuentra la Ermita de Sant Antoni construida en año 1835, una pequeña ermita muy bien cuidada. Desde este punto existe un camino recién adaptado para sillas de discapacitados y cochecitos que transita encima del canal que conduce hasta la entrada del pueblo donde se encuentra el parque de la Noria.
Un paseo muy agradable y tranquilo para disfrutarlo todo el año que vale la pena conocer.