Uno de los caminos de ronda más espectaculares y fáciles de realizar, donde casi todo el recorrido es con muy poco desnivel en el que se va bordeando el mar entre playas, ensenadas, cabos...
La población de Llançà es un punto estratégico para realizar preciosas excursiones por los preciosos caminos de ronda que van desde el Port de la Selva a Porbou. Los meses de primavera y de otoño son ideales para disfrutar de las preciosas vistas de estos parajes, sin el agobio de la masificación turística que tiene esta zona en los meses de verano. Este año nos propusimos recorrerlos, por este motivo nos afincamos dos días en Llançà para poderlos recorrer. La verdad es que tuvimos mucha suerte ya que el buen tiempo nos acompañó los dos días.
El primer día realizamos el recorrido de ida y vuelta por el camino de ronda que bordea el mar desde Llançà al Port de la Selva de unos veintidós kilómetros. Es un camino muy fácil de realizar ya que no presenta ninguna dificultad dado que todo el recorrido está muy bien arreglado y mantenido por los municipios correspondientes. El camino transcurre por los acantilados que bordean el mar, el cual va recorriendo las diferentes calas y pequeñas playas que se van encontrando en el recorrido. El segundo día realizamos el recorrido de Cólera a Llançà, que lo dejo para un próximo reportaje ya que el contenido del mismo, en imágenes y texto, también es largo de describir.
Llança es una población de unos cinco mil habitantes en el que está diferenciado por dos núcleos, uno interior donde se encuentra el centro de la población y la Torre de estilo gótico, construida en el siglo XIII. En la plaza mayor podemos distinguir algunos restos del antiguo castillo que tenía esta población, el abad del Monasterio de Sant Pera de Roda. El otro núcleo es el puerto y el paseo marítimo, donde se agrupa la parte más turística y las viviendas de los pescadores.
Camino costero de Llança al Port de la Selva
Playa de Llança con el cerro y el puerto al fondo
Puerto de Llança – 5468
Playa de la Gola – 1419
Camino de ronda – 1426
Playa del camino de roda
Playa de la Farella – 1451
Empezamos el recorrido subiendo primero al cerro de Castella, que se encuentra en una pequeña península entre el puerto de Llançà y la playa de la Gola. A lo alto del cerro se pueden ver unas preciosas vistas del puerto, del paseo marítimo, del pueblo de Llançà y de la costa donde transcurre el camino de ronda. Existen también algunos restos de una torre circular que antiguamente servía como torre de vigilancia para realizar señales a las embarcaciones.
El camino de ronda empieza en el aparcamiento que queda encima de la playa de la Gola, subiendo por unas escaleras que sube por el acantilado de La Miranda. Desde arriba podemos ver preciosas vistas de la costa sur en el que pasa el camino de ronda que nos lleva al Port de la Selva y también de la costa norte de Llançà en el que transcurre el camino de ronda que lleva hasta Cólera.
Una vez recorrido el alto de La Miranda el camino desciende hacia las Carboneres, una pequeña playa de guijarros y arena donde antiguamente había una pequeña explotación de carbón, de aquí viene el nombre de la playa. El camino continua bordeando el mar entre la urbanización de casas, cruzando pequeñas calas: la playa del Valles, la playa d’en Poc y la playa de l’Embarril, para llegar a la punta de la Farella.
Desde este punto ya podemos divisar el golfo que forma la playa del Morer, la playa de la Farella y la playa de las Tonyines, hasta la otra punta de los islotes del Falcó. En esta punta el ayuntamiento de Llança ha instalado unas hamacas de hormigón donde los caminantes pueden descansar un rato observando las espectaculares vistas que ofrece este sitio.
Siguiendo el camino después de cruzar la pequeña playa del Morer se llega a la preciosa playa de la Farella, presidida por un chalé imponente y un bosque de pinos que llega casi a la misma playa. Esta es una de las pocas playas de la zona que posee arena y que está protegida de la tramontana, por este motivo en épocas veraniegas acostumbra estar a tope de turistas. Continuando el camino nos encontramos con la playa de las Tonyines, la llaman así, por el motivo que antiguamente delante de esta playa se pescaba el atún, (tonyines en catalán), aprovechando el recorrido migratorio que realizaban los atunes en primavera desde el Atlántico, resiguiendo la costa mediterránea.
Al final de esta playa se sube por una escalera al alto del acantilado, en el que podemos ver los islotes del Falcó, en el que es fácil ver en ellos cormoranes, unas aves acuáticas que se sumergen en el agua para la captura de peces. Bajando las escaleras se accede a la playa del Cau del Llop, una playa de arena y guijarros pequeños que es frecuentada por los residentes de una urbanización de los apartamentos turísticos que queda encima de la misma playa.
El camino sigue bordeando por encima de los acantilados hasta llegar a la Punta d’en Feliu donde encontramos un restaurante que está situado sobre la misma punta, encima del acantilado. Continuando el camino cruzamos mediante un puente un riachuelo que le llaman el Rec dels Robets, que desemboca en la playa del mismo nombre. A esta playa se accede bajando por una escalera de madera muy pronunciada, que está anclada al acantilado.
Siguiendo el camino hacia el Port de la Selva
Bahía del Port de la Selva – 5407
Faro s’Aranella – 5419
Vista del Faro s’Aranella al fondo
A partir de este punto, entramos en la zona que corresponde al municipio del Port de la Selva. Por la noche todo el camino de ronda permanece iluminado hasta el Port de la Selva, por unos pequeñas farolas que están alimentados por una pequeña placa solar.
El siguiente punto que nos encontramos en el camino es el Cap de Bol, un precioso lugar en el que vale la pena descansar un rato en los bancos que están instalados casi en la punta del cabo, las vistas son espectaculares.
Continuando el camino nos encontramos dos pequeñas playas la de Vaquers y la d’en Vidal antes de llegar al faro de la Punta s’Aranella. Este lugar antiguamente había sido un emplazamiento militar, hasta hace poco aún se podían distinguir los restos. Actualmente es una zona protegida de especulación urbanística.
El camino va bordeando la bahía del Port de la Selva casi tocando el mar. Cruzamos las pequeñas playas de la Colomera y de Punta Negra. En el camino podemos observar algunas cuevas en los acantilados que suben y bajan salvando el desnivel. En este tramo nos encontramos a varios pescadores que se pasan la jornada pescando entre las rocas.
El recorrido desemboca en la playa de la Vall, una playa de grandes guijarros planos y redondos, que está rodeada por un camping. El camino continua salvando las subidas y bajadas en la que ya podemos ver perfectamente la población del Port de la Selva al otro lado de la bahía. Siguiendo nos encontramos la Punta del Cap de Terra y a continuación la zona de los Tres Xalets, para llegar al mirador y a la playa grande del Port de la Selva. Una playa que cuando sopla la tramontana lo hace con mucha fuerza ya que está orientada al norte.
Después descansar un buen rato y comer en el Port de La Selva, emprendimos el camino de regreso a Llançà por el mismo camino de ronda.