Un espacio de una belleza espectacular, situado en uno de los mejores lugares de la Costa Brava
Visita al jardín botánico
Vista del Castillo – 6389
Lateral sur del Castillo – 6387
Vista del camino hacia el castillo
Jardín de los captus – 6361
Vista de Calella i Sant Sebastià – 6385
Los jardines de Cap Roig están situados en parte sur de Calella de Palafrugell, se accede por una carretera que bordea el mar de esta localidad. Los jardines, según la información del folleto proporcionado en la entrada, ocupan un paraje de 17 hectáreas y reúnen más de 1000 plantas procedentes de todo el mundo, conjuntamente con esculturas de diferentes artistas nacionales e internacionales. En este lugar se celebran cada verano los famosos festivales de Cap Roig entre los meses de julio y agosto, con una programación de conciertos estelares de diferentes artistas muy conocidos mundialmente. El día que lo visitamos estaban montando el escenario para el próximo verano.
La historia de este lugar, según la información recabada, empieza en el año 1927 cuando el coronel ruso Nicolai Woevodsky, amante del dibujo y la arquitectura, y la aristócrata inglesa Dorothy Webster, decoradora, aficionada a la arqueología y la jardinería, encontraron este lugar ideal para construir su vivienda según el sueño que ellos tenían. Después de muchos años de trabajo y mucho esfuerzo lograron construir el castillo y los jardines. En 1969 los Woevodsky cedieron esta propiedad a la Obra Social “La Caixa” a cambio de que les garantizara la conservación del patrimonio arquitectónico y paisajista que ellos habían construido.
El recorrido empieza por el poblado, con una plaza y unas edificaciones de estilo mediterráneo que albergan el acceso a los jardines y a los servicios públicos del recinto. Este punto es el más alto del recorrido, que da entrada a los jardines a través del camino del Castell, donde se puede divisar las diferentes terrazas que forman los diferentes rincones y jardines del recinto, con unas preciosas vistas al mar. Los jardines lo componen 22 puntos diferentes de interés, entre diferentes jardines, miradores, terrazas… todos ellos plagados de plantas, flores, cactus y estatuas de prestigiosos escultores.
Cabe destacar el mirador de la Lady, una ventana enmarcada en un lugar privilegiado donde Lady Woevodsky veía la preciosa panorámica de Calella de Palafrugell y el faro de Sant Sebastià, y también el mirador de las islas Formigues enmarcado en un paisaje espectacular de la Costa Brava.
Tiene infinidad de rincones entrañables que vale la pena que los descubras por tu mismo, estos jardines son un patrimonio cultural que vale pena conocer, estoy seguro de que no te van a defraudar.