Visita a uno de los núcleos históricos medievales más bonitos, mejor conservados e interesantes de Catalunya.
Desde hace mucho tiempo, cada vez que pasábamos cerca de Basalú comentábamos que teníamos que hacer una visita a Besalú, pero como siempre la lista es larga y no se encuentra fácilmente el día oportuno. Hace quince días, un sábado que hacia un día esplendido, lo queríamos aprovechar para pasar el día en el lago de Banyoles. Dado que de camino pasábamos por Besalú aprovechamos para visitar este precioso pueblo medieval.
Ya lo conocíamos, ya que estuvimos hace muchísimos años, pero casi no nos acordábamos de cómo era. El que si recordábamos es el precioso puente románico, que se ve desde la carretera que va de Olot a Banyoles, cuando pasas por Besalú. La verdad es que nos hemos llevado una muy buena impresión, de lo que contiene y de lo bien cuidado que está. Está declarado desde 1966 Conjunto Histórico Nacional por su valor arquitectónico y es uno de núcleos medievales más importantes de Catalunya. Recomendamos visitarlo ya que es una verdadera joya que vale la pena conocer.
El municipio de Besalú se encuentra en la punta más oriental de la comarca de la Garrotxa, muy cerca de las fronteras de las comarcas del Pla de L’Estany y el Alt Empordà de la provincia de Girona. El núcleo de Besalú está encaramado a una colina, que coincide con la desembocadura del río Capellades en el río Fluvià, en el medio de un extenso valle.
Conjunto histórico medieval
Vista del puente de Besalú
Monastir de Sant Pera – 8802
Entrada al núcleo medieval 8785
Panorámica del puente
Entrada al castillo – 8788
Los orígenes de la población de Besalú se remontan al siglo X, en el que está documentado la existencia del Castell del Comtal de Besalú. Se pueden apreciar actualmente algunos restos de su existencia, como los restos de la torre Lardera en el Passeig la Devesa, la puerta de entrada al castillo en la calle Tallaferro y una torre que fue reconstruida. El poblado fue creciendo al lado del castillo, el trazado actual de la villa conserva una buena parte de la muestra de lo que fue en la edad media, existiendo notables monumentos y edificios muy bien conservados que vale la pena visitar:
1 – El Puente románico
Las primeras referencias que existen de este puente son del siglo XI, pero ha estado reconstruido en diversas ocasiones. El puente que podemos apreciar actualmente es el resultado de distintas reformas realizadas a lo largo de su existencia. El puente actual tiene un trazado en forma de un ángulo muy abierto y está compuesto por ocho arcos desiguales, en el que el primer arco queda integrado en el sector amurallado de la entrada al núcleo histórico. Los pilares que forman los arcos, algunos están asentados encima de rocas y otros en tajamares en el río Fluvià. El puente tiene una longitud de 105 metros de largo y encima del quinto pilar se alza una torre fortificada, hexagonal de 30 metros de altura.
2 – Monasterio de Sant Pere
El monasterio benedictino de Sant Pere fue fundado en el año 977 por el conde obispo Miro y consagrada en el 1003 por el conde Bernat I, conocido con el sobrenombre del Tallaferro. Actualmente del monasterio solo queda en pie la iglesia, que tiene tres naves y un gran ábside central con deambulatorio o girola que en la edad media estaba reservado a los peregrinos que venían a venerar las reliquias de San Primo y San Feliciano. En la fachada principal de la iglesia destaca un ventanal que está decorado con dos estatuas de leones, una a cada lado del ventanal, que representan la fuerza, el poder, y la protección que la iglesia ofrecía en contra del mal y el paganismo.
3 – Iglesia de Sant Vicenç
Esta es una iglesia también documentada en año 977, en la misma época de la fundación del monasterio de Sant Pere por el conde-obispo Miró. Básicamente es una iglesia románica en el que aparecen ciertos elementos góticos, como podemos ver en el rosetón y el ventanal de la fachada. En la capilla lateral también gótica se custodia la vera cruz cedida por Francesc Cambó en año 1923, por el motivo que la original fue robada a finales siglo XIX. La original fue traída desde Roma por Bernat I, el Tallaferro.
4 – Miqvé y Sinagoga
En el siglo IX se instalaron en Besalú unas veinte familias judías que residieron principalmente en el que ahora se le llama el barrio judío, hasta que en el año 1436 abandonaron el pueblo. En este barrio se encuentra una antigua sinagoga, documentada en el año 1264, en el que solo se conserva los muros, la puerta de entrada a la sala de oración y el patio. Conectado a la sinagoga, existe el Micvé de Besalú, que fue descubierto de manera esporádica en las excavaciones que se realizaron en el año 1964. El miqvé se compone de una sala rectangular subterránea de estilo románico, que se accede mediante treinta seis escalones. La sala tiene una ventana aspillera que mira hacia el este, una bóveda cañón y una piscina de piedra tallada. Se puede observar un agujero en el tercer escalón que probablemente canalizaba el agua de un espacio contiguo que tenía la finalidad de regular el caudal de la fuente natural del agua.
Este tipo de edificio es el primero que se ha descubierto en España y el tercero en Europa hasta la actualidad. En el año 2013, el conjunto de la sinagoga de Besalú fue declarado por la Generalitat de Catalunya “Bien natural de interés Nacional”
5 – Hospital de Sant Julià
Fue fundado por los condes de Barcelona en el siglo XII para atender a los peregrinos que venían a venerar los santos del monasterio de Sant Pere. Del edificio solo se conserva la fachada exterior de la antigua iglesia de estilo románico, decorada con cuatro capiteles, dos de los cuales presentan figuras de animales. Actualmente se utiliza como centro socio cultural.
Aparte de estos monumentos descritos vale la pena recorrer todas las callejuelas de Besalú, ya que seguro que descubriréis rincones muy bonitos y entrañables. También recomiendo realizar un buen paseo bordeando el rio Fluvià, donde podréis apreciar unas preciosas panorámicas del puente románico y de la ribera del río.
Después de visitar Besalú, nos encaminamos para pasar el resto del día en l’Estany de Banyoles, muy cerca de Besalú, cuya descripción lo dejo para un futuro reporte.