Antequera, el corazón de Andalucía

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Una ciudad muy interesante turísticamente que reúne gran cantidad de historia, monumentos y parajes espectaculares como los Dólmenes, El Torcal, la Colegiata de Santa María, la Alcazaba y muchos más.


Antequera es una de las ciudades que nos hacía mucha ilusión visitar en nuestro recorrido por la provincia de Málaga, ya que no la conocíamos. También porque en el año 2016 la UNESCO declaró patrimonio de la humanidad al Conjunto de los Dólmenes de Antequera, a los espacios naturales de la Peña de los Enamorados y El Torcal de Antequera.

La ciudad de Antequera tiene una población de unos 41.000 habitantes y pertenece a la provincia de Málaga. Esta ciudad está considerada el corazón de Andalucía, por estar situada en el centro de la comunidad autónoma y por tener unas excelentes comunicaciones con las principales ciudades de Andalucía.

Esta condición de cruce de caminos ha sido clave en su historia, ya que este valle siempre ha sido un lugar de tránsito y asentamiento de diferentes comunidades primitivas. En la edad de bronce le dejó un gran patrimonio, el conjunto arqueológico de los Dólmenes, fechados entre los años 3.750 al 2.000 antes de Cristo. También los romanos dejaron sus imprentas dándole el nombre de Anticaria a la ciudad, la cual los árabes más tarde le cambiaron el nombre durante los siete siglos que dominaron estas tierras llamándola Medina de Antaquira. La gran expansión de estas tierras se produjo después de la conquista de Antequera por el infante don Fernando “el de Antequera” en año 1410 y las incorporaciones de las ciudades de Sevilla y Granada en el 1492 a la corona de Castilla.

En siglo XVI, Antequera llegó a su máximo esplendor, convirtiéndose en una de las ciudades más importantes de Andalucía por su gran actividad comercial regulando el tráfico de mercaderías entre las ciudades de Sevilla, Granada, Málaga y Córdoba. También por la construcción, impulsada por los reyes católicos, de la Colegiata de Santa María la Mayor, que propició a enriquecer su legado cultural con la incorporación de la Cátedra de Gramática y Latinidad. A partir de aquí Antequera acumuló un importantísimo patrimonio monumental, a lo largo del siglo XVI hasta principios del siglo XVII, con la construcción de diferentes iglesias y parroquias que aún se conservan, principalmente de estilo marianista y barroco.

 Torcal de Antequera 

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El Torcal de Antequera – 3003

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Ruta verde del Alto Torcal – 3000

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Ruta verde del Alto Torcal – 2987

La primera visita la realizamos al Parque Natural del Torcal de Antequera, en que llegamos pronto por la mañana. Accedimos desde Antequera por la carretera A7075 la cual en el km 45, en dirección a Villanueva de la Concepción se encuentra el cruce que sube al Centro de visitantes del Alto Torcal.

Aparcamos el coche en uno de los aparcamientos y nos dirigimos al centro para que nos informaran sobre las rutas que podíamos realizar para visitar el parque natural. Nos informaron que el parque tiene tres senderos para recorrer, uno la ruta naranja de 3,7 km que sale del aparcamiento inferior del Bajo Torca hasta el Centro de Visitante del Alto Torcal. La ruta verde que hace una recorrido por el Alto Torcal de 3 km y la ruta amarilla de 1,5 km que recorre la mitad de la ruta verde, acortando su recorrido. El acceso a estos recorridos es gratuito.

Nosotros realizamos la ruta verde de 3 km, cuyo recorrido presenta muy pocas dificultades aun que es recomendable ir bien calzado. Realmente te impresiona recorrer este laberinto de rocas en que cada una es diferente a la siguiente formando rincones y monumentos esculturales espectaculares. Disfrutamos mucho del recorrido fotografiando cada rincón e imaginando asemejar la forma de cada roca a un animal o un objeto.

Todo este conjunto de rocas que forman El Torcal, poseen más de 150 millones de años, que remontan a la Era Secundaria, en la cual se formaron estas rocas sobre la base de sedimentos marinos en un pasillo de mar que comunicaba el océano Atlántico con el mar Mediterráneo desde el golfo de Cádiz hasta Alicante. Estos sedimentos vieron la luz en la Era Terciaria, en la que se produjo el levantamiento de estos sedimentos por las fuerzas tectónicas formando montañas y sierras de altitud superior a 1.000 m sobre el nivel del mar. El Torcal forma parte del arco calizo de las Sierras Subbéticas.

Con el paso de los años estas rocas calizas que en principio tenían formas de champiñón, la acción lenta y continuada de la lluvia, la nieve, el viento… las han ido moldeando formado un de los paisajes kársticos más impresionantes de Europa. Este espectacular paraje inhóspito, contiene también una variada vegetación de encinas, quejigos, arces y plantas que se han adaptado a vivir en las fisuras de las rocas. Su fauna también es rica y variada, va de buitres leonados, búhos, zorros, comadrejas… y otras especies.

 Real Colegiata de Santa Maria la Mayor 

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Arco de los Gigantes – 3110

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Real Colegiata de Santa María la Mayor – 3118

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Interior Santa María la Mayor – 3142

Después de visitar El Torcal, regresamos a Antequera para visitar la ciudad y sus monumentos, empezando en primer lugar por el conjunto amurallado de la Real Colegiata de Santa María y la Alcazaba que queda situado en un cerro al sur de la ciudad.

Subimos al cerro desde la plaza San Sebastián, por la cuesta de San Judas, donde encontramos el Arco de los Gigantes del siglo XVI que da entrada a la Plaza de los Escribanos. En lo alto del arco tiene incrustado tres símbolos típicos de Antequera en conmemoración a la reconquista de Fernando I, un león, un jarrón de azucenas y un castillo. En medio de estos, los restos de un símbolo dedicado a Hércules. Una vez cruzado el arco se accede a la Plaza de Santa María, que está presidida por la estatua de Pedro Espinosa, que fue antólogo del barroco español y poeta.

En la parte sur de la plaza existen unos espectaculares miradores donde se puede apreciar los restos de las antiguas Termas Romanas de Santa María, datadas entre el siglo I al siglo V d.c. Entre los restos se aprecian tres piscinas. Al oeste de la plaza, podemos ver la impresionante fachada de la Real Colegiata de Santa María la Mayor, declarado monumento nacional, cuya construcción se realizó entre los años 1514 al 1550, se considera la primera iglesia que se construyó con estilos renacentistas en Andalucía. Se trata de una obra de un valor excepcional, ya que en ella coexisten diferentes estilos góticos y renacentistas. Los maestros de la obra fueron Pedro López y Diego de Vergara.

La nave de la iglesia es de estilo basilical de tres naves en planta, siendo la nave central más alta y el doble de ancha que las dos laterales, al fondo se encuentra el ábside. Las columnas sostienen unos arcos de media punta decorados con perlas de estilo gótico español. El ábside de la capilla mayor está cubierto con una bóveda de estilo gótico-mudéjar. Es de destacar el techo de las tres naves, que presentan tres armaduras mudéjares, construidas en el siglo XVI. Siendo la central considerada una de las más bellas de Andalucía.

La decoración del interior de la basílica permanece vacía de elementos de interés, como retablos y elementos ornamentales ya que no se dedica al culto, sino a acoger conciertos y exposiciones itinerantes.

 La Alcazaba 

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Torre del Homenaje – 3127

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Panorámica desde La Alcazaba 

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La Alcazabar de Antequera – 3139

Desde la plaza Santa María se accede al recinto del Alcazaba por la puerta principal, que es un arco de medio punto, caminando unos metros se encuentran los restos de la puerta de Santa Cristina construida en el siglo XVI, esta era la puerta de acceso a la zona donde residían los nobles cristianos.

La Alcazaba fue construida a mediados del siglo VIII por los musulmanes, la construyeron sobre los restos de las construcciones ya existentes en la época romana y visigótica. Escogieron este lugar, por ser un punto estratégico para controlar la veda y las montañas que envuelven Antequera.

Para llegar a las tres torres y la muralla que aún se mantienen en pie, se tiene que atravesar una gran parte de los jardines, que por cierto los encontré muy descuidados. Me extrañó, ya que está declarado Bien de Interés Cultural en el que se paga una entrada, que si no recuerdo mal es de 6.00 €, la cual te permite acceder a la Alcazaba y a la Basílica de Santa María.

Al fondo del jardín a mano derecha, se encuentra la Torre del Homenaje, una construcción en forma de L que formaba parte del patio de armas, en el interior de la misma, albergaba las dependencias de la tropa. En la parte alta de la Torre del Homenaje a finales del siglo XVI, se construyó un templete o campanario que está coronado por un chapitel de forma piramidal. Desde arriba del campanario se pueden sacar impresionantes panorámicas a 360 º de la ciudad, la vega y las montañas que rodean Antequera. Siguiendo la muralla encontramos la Torre Blanca, construida en la época nazarí, de forma rectangular y de obra maciza hasta el adarve de la muralla anexa. La torre es de dos plantas y terrado. Siguiendo el adarve de las murallas se llega a la Torre del Quiebro, que ha sido reedificada.

En el recinto de la Alcazaba se puede ver diferentes restos de lo que era antiguamente, la Mezquita Aljama de la Medina, el Aljibe nazarí, la tumba romana, la Torre Bisagra, la Mazmorra y algunos restos más.

 Ciudad de Antequera 

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Plaza de San Sebastián – 3151

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Cuesta de Santa María – 3120

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Iglesia de San Sebastián -3177

Una vez visitada la Alcazaba, bajamos hacia el centro de Antequera, para visitar el Museo de la Ciudad en el Palacio Nájera. Llegamos que eran más de las 13:20 h y nos informaron que cerraban a las 14:00 h. Como la visita al museo duraba más de una hora, pospusimos visitarlo por tarde si nos quedaba tiempo. Aprovechamos para dar un paseo por el centro de Antequera e intentamos realizar una visita a la Colegiata de San Sebastián, pero tampoco tuvimos suerte estaba cerrada hasta las seis de la tarde.

Finalmente, optamos por dar un largo paseo por el centro en la que pudimos comprobar que era una ciudad muy rica en patrimonio monumental, ya que en cada rincón se encuentra alguna placita o calle con alguna estatua que esta ornamentada con flores. Algunas de las calles contienen palacetes y casas señoriales de la aristocracia que se instaló el siglo pasado con el auge del textil y la agricultura. Lo más curioso de todo son la cantidad de iglesias que alberga, ya que según dicen existen más de 33 iglesias, algunas de ellas son muy interesantes arquitectónicamente.

Después de este largo paseo por las calles de Antequera, nos sentamos en una terraza donde pudimos descansar y saborear algunas de las típicas tapas de la ciudad, acompañada de una buena cerveza.

 Dólmenes de Antequera 

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Entrada al Dolmen Menga – 3165

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Interior Dolmen de Menga – 3159

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Interior Dolmen de Menga – 3159

Una vez descansados emprendimos por la tarde la visita al Conjunto arqueológico de los Dólmenes de Antequera, que está situado en el Campo de los Túmulos en la carretera de Málaga a unos dos kilómetros del centro de Antequera. Aparcamos el coche en el aparcamiento para visitantes y nos dirigimos al centro de información donde nos proporcionaron la entrada que es gratuita y nos informaron del recorrido. En este sitio se pueden ver los dólmenes de Viera y el Menga, para ver el dolmen del Romeral se encuentra en el cerro de su mismo nombre a unos dos kilómetros de distancia de este lugar, en la carretera A7283 en la zona de los espacios naturales de la Peña de los Enamorados.

Un dolmen, es una construcción de piedra de la época neolítica formada por varias rocas en forma de losa que están en posición vertical, éstas, están cubiertas por otras losas en posición horizontal, formando en su interior una cámara. Esta cámara normalmente se reforzaba con tierra formando una colina artificial o túmulo. La cámara servía de sepulcro colectivo mortuorio.

Empezamos visitando el Dolmen de Viera que está datado 2.500 años antes de Cristo, su estructura es un corredor que empieza abierto al aire libre y termina en una pequeña cámara sepulcral cuadrada. La cámara sepulcral y parte del corredor está cubierta por un túmulo de tierra.

Seguimos visitando el Dolmen de Menga, se estima que se construyó entre los años 3.750 al 3.650 antes de Cristo en la época del neolítico. Su estructura la conforman un atrio, un corredor cubierto y una gran cámara funeraria de 6 m. de anchura por 3 m. de alto. Sus dimensiones son impresionantes ya que tiene un recorrido desde la entrada hasta al fondo de 27.5 m. La parte central del corredor existen unas columnas intermedias que ayudan a soportar las grandes rocas que cubren el corredor. Al final de la cámara se encuentra un pozo bastante profundo y estrecho. El Dolmen Menga rompe todos los estereotipos del megalitismo europeo, ya que no se ha encontrado ningún otro dolmen más que tenga las características que tiene el Dolmen Menga.

Por último, visitamos el Dolmen del Romeral, que se encuentra a dos kilómetros de distancia, justo en el eje entre el Dolmen Menga y la Peña de los Enamorados. Este dolmen se calcula que fue construido entre los años 3.000 a los 2.000 a.d.c. también es considerado atípico por su orientación a la sierra del Torcal, su estructura es un corredor adintelado en forma trapecio, de cuatro metros de longitud, construido de piedras pequeñas, en el fondo se abre a dos cámaras circulares. La primera de mayor tamaño tiene forma abovedada y en la clave termina en una cobija. El conjunto está cubierto por un túmulo de 75 m. de diámetro, rodeado de cipreses.

Aquí dimos por terminada la visita a Antequera, en la que seguramente nos hemos dejado varias cosas por ver, entre ellas las que nos sabe mal: el Museo de la Ciudad en el Palacio Nájera y la Colegiata de San Sebastián, pero ya no disponíamos de más tiempo, unos amigos nos esperaban en Torre del Mar para ir a cenar.

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