Una catedral de puro estilo gótico flamígero donde impera la luz, con sus 125 ventanales de preciosos vitrales y sus grandiosas bóvedas de cañón que dan cobijo al sueño eterno de obispos, canónigos, arquitectos, escultores… que hicieron posible esta gran belleza.
El día posterior de visitar la Catedral de Burgos, de camino hacia Ribadeo para recorrer toda la costa gallega, hicimos una parada en León para visitar exclusivamente su catedral, ya que no podíamos destinar más tiempo para recorrer la ciudad, ya que teníamos que estar por la tarde en Ribadeo.
Estábamos muy motivados en visitar esta catedral ya que después de visitar el día anterior la de Burgos que nos dejó enamorados por su gran belleza, queríamos comprobar si esta catedral la podía superar. La verdad que es que nos sentimos maravillados y sorprendidos por la gran luminosidad de su interior y de sus preciosos vitrales que hacen que esta catedral sea también una de las más bonitas e imprescindibles de visitar de España.
Después de pagar 6 € cada uno, en la que nos proporcionaron una revista que incluía una guía de su recorrido, pasamos a recorrer todo el interior de la catedral. Para la visita del claustro y el museo, se accedía por una calle circundante a la catedral en la que tenias que abonar 5 € más si querías visitar el claustro y el museo o 2 € si visitabas solo el claustro. Nosotros solo visitamos el claustro, más bien por la falta de tiempo.
Historia de la Catedral
Fachada sur, Catedral de León – 0346
Coro, Catedral de León – 0309
Vitrales, Catedral de León
En la época romana donde se encuentra la actual catedral, lo ocupaban unas termas que habían construido la Legio VII Gemida, que eran de un tamaño superior al que ocupa la catedral. Algunos restos, como mosaicos, tégulas y cerámicas, de estas termas están expuestas en el museo catedralicio.
Durante la época de la reconquista el solar donde ocupaba las termas romanas se levantó el palacio real. En el año 916 el rey Orduño II, después de vencer a los árabes en la batalla de San Esteban de Gormaz, como agradecimiento, cedió el terreno del palacio real para construir una catedral. Esta primera catedral duró poco, ya que al paso de Almanzor por estas tierras, devastó la ciudad y también la primera catedral. En el siglo XI se reconstruyó una segunda catedral de estilo románico, que a finales del siglo XII empezaron a ver la necesidad de hacerla más grande.
Esta nueva catedral empezó a construirse a principios del siglo XIII pero debido a tener problemas en la cimentación, estuvo parada algún tiempo y no fue hasta mediados del siglo XIII, que Alfonso X el Sabio y el obispo Martín Fernández le dieron el empuje definitivo para su construcción. Posteriormente se construyó el claustro que está adosado a la cara norte de la catedral.
A lo largo de los siglos la catedral ha sufrido diferentes reconstrucciones, las más importantes se realizaron en el siglo XVI y otra en el siglo XIX, en la que estuvo varios años cerrada por las grandes remodelaciones que se le tuvieron de hacer para que no se derrumbara. Fue en el año 1901 que se reabrió otra vez al culto, después de verificar que las obras realizadas daban una gran seguridad de estabilidad al conjunto monumental. Después de esta remodelación la Catedral de León pasa a ser uno de los monumentos góticos más armoniosos de España.
Recorrido por el exterior de la Catedral
Fachada principal, Catedral de León – 0339
Perspectiva de la Catedral de León
Rosetón lateral de la Catedral de León
La fachada occidental es la fachada principal de la catedral, que está escoltada por dos grandes torres laterales en la que en su parte superior están rematadas por agujas. En la parte baja central de la fachada se aprecia tres pórticos de acceso a la catedral que están repletos de decoración figurativa. En el central, en su parte superior podemos ver un tímpano que representa el juicio final. En el parteluz de las portadas se encuentra la Virgen Blanca que es una réplica de la que se encuentra en el interior de la catedral. Los pórticos laterales en el lado norte están dedicados a San Juan Bautista, en la que presenta en su tímpano la vida de la Virgen. En el pórtico del lado sur, está dedicada San Francisco de Paula y en su tímpano describe la Coronación de la Virgen.
En la fachada sur, se encuentran tres pórticos que dan acceso a la catedral a la zona del transepto. El central, está dedicado a San Froilán que está representado en el parteluz de los portales de entrada. En su tímpano está reflejado el Cristo Pantocrátor acompañado por los evangelistas y sus símbolos. El pórtico derecho o Puerta de la Muerte, presenta el tamizado heráldico de Castilla y León. El pórtico izquierdo o puerta del Traslado, esta cegada su entrada y en su tímpano muestra escenas de la vida, muerte y traslado de las reliquias de San Froilán a la catedral leonesa. Las arquivoltas de la portada están decoradas con ángeles.
La fachada norte es la que da acceso al claustro, pero queda escondida al exterior de la catedral por el propio claustro. También como las anteriores presenta tres pórticos en la parte baja, se conservan tal como se construyeron en siglo XV, ya que al estar protegidas por el claustro no han recibido ninguna remodelación importante. Esta fachada ha servido de modelo de las remodelaciones que se tuvieron que realizar en su época a las otras dos portadas de las fachadas de la catedral. La porticada central está dedicada a la Virgen del Dado, que está representada en su parteluz de los portales. El tímpano está dedicado al Cristo Pantocrátor.
Recorrido por el interior de la Catedral
Bóvedas de cañon, Catedral de León – 03
Vitrales, Catedral de León – 0324
Trascoro, Catedral de León – 0325
La planta de la catedral presenta tres naves longitudinales hasta el transepto, donde se convierte en cinco naves hasta el altar mayor. La cabecera de la catedral está formada por una girola que albergan cinco capillas de planta hexagonal que conforman el ábside del templo. El resto de capillas de la catedral se encuentran en la zona del transepto y debajo de las torres.
La nave central mide 90 metros de largo y 30 de altura, mientras que las naves laterales tienen una altura de 15 metros. Los muros de la catedral contienen 125 ventanales, con 1.800 m2 de vitrales policromados. La inmensa mayoría son vidrieras góticas realizadas en los siglos XIII, XIV y XV, sobre todo las de la parte alta del templo. Existen otras vidrieras renacentistas realizadas en siglo XVI, en la que la pintura se realizaba sobre el mismo vidrio, estas pinturas son de gran calidad y se encuentran en algunas capillas de la girola. Por último, existen en la parte más baja del templo vitrales neogóticos, realizados en siglo XIX para la sustitución de algunos ventanales, en las restauraciones que se realizaran a la catedral en aquella época. El templo está cubierto con bóvedas de crucería cuatripartita. Una de las sensaciones que tienes al visitar por primera vez la catedral es la que te encuentras en una enorme caja de cristal de colores.
En la nave mayor
- Trascoro – Se entiende por trascoro la parte de la catedral desde la entrada principal hasta el propio coro, que en este caso son cuatro tramos de bóvedas. Desde este trascoro podemos ver una construcción renacentista que cierra el coro, con un gran arco de acceso al coro decorado con gran despliegue de esculturas ornamentales en toda la extensión del muro que lo contiene. Las trazas se atribuyen a Juan de Badajoz y la realización a Esteban Jordán en el siglo XVI.
- Coro – Este es lugar donde los canónigos se sitúan para celebrar las ceremonias. Es de destacar la sillería del siglo XV comenzada por Juan Malinas y terminada por Copín de Ver. Se compone de dos niveles, en los respaldos de los niveles bajos están gravados bustos de personajes del Antiguo Testamento. En la parte superior están gravados los apóstoles y santos. Sobre la sillería luce el nuevo órgano inaugurado el 2013.
- Crucero – En el espacio entre el coro y la capilla mayor, es donde a lo largo del tiempo ha sufrido numerosas reformas. En el siglo XVII existió una cúpula barroca que con las remodelaciones del siglo XIX fue eliminada, por los grandes problemas arquitectónicos que originaba y para mantener una armonía de estilo gótico.
- Altar mayor – Está presidida por un retablo de estilo neogótico montado por Juan Bautista Lázaro con cinco tablas que procedían de un antiguo retablo barroco, que estuvo anteriormente instalado en este lugar. Las tablas son pinturas de Nicolás Francés, que representan escenas de la vida de Virgen María, San Froilán y el traslado de los restos de Santiago apóstol a Compostela.
- Ábside y girola – En la parte trasera al altar mayor se encuentra la girola o deambulatorio siguiendo la tradicional distribución de la mayoría de catedrales góticas. En este espacio semicircular se encuentran cinco capillas de planta hexagonal que conforman el ábside de la catedral. Entre todas ellas tenemos que destacar la capilla de la Virgen Blanca en la que se encuentra la estatua original, que anteriormente estaba situada en el parteluz de las portaladas de la fachada principal. Enfrente a esta capilla, se encuentra el sepulcro del rey Orduño II principal impulsor de la construcción de la catedral en el siglo X.
El Claustro
Claustro, Catedral de León
Claustro, Catedral de León
Claustro, Catedral de León
Cuando se construyó la catedral a principios del siglo XIII, no previeron construir un claustro, fue a finales del siglo XIII y principios del siglo XIV que decidieron construir el claustro en la cara norte de la catedral, quedando la entrada de esta fachada como acceso al claustro. La planta del claustro es totalmente cuadrada, de 30 metros de lado. El porche tiene seis arcadas en cada lado. Los arcos son apuntados y presentan en los capiteles en su parte interior escenas bíblicas y cotidianas. Entre las arcadas existen unos murales que fueron pintados en una mayoría por Nicolás Francés en siglo XV, los otros son de obras posteriores del siglo XVI de Lorenzo de Ávila.
A comienzos del siglo XVI el claustro se cubrió con bóvedas de crucería, obra de Juan de Badajoz el Mozo. Las bóvedas están decoradas de filacterias, medallones e iconografías relacionadas con la Virgen de Regla. Debajo de las bóvedas se pueden observar una gran cantidad de sepulcros con preciosas obras escultóricas, la mayoría del siglo XIII y XIV. Como es normal el claustro se utilizaba para los enterramientos de eclesiásticos, obispos y nobles vinculados al Cabildo Catedralicio. Es de destacar el de Martín Fernández, con los relieves de la Epifanía y El Cabildo.
Por todo el claustro se exponen ocasionalmente estatuas que son las originales que se encontraban en la fachada principal, que fueron retiradas de las jambas y pórticos para restaurarlas. Por todo el perímetro del claustro se agrupan diferentes dependencias, entre ellas el Museo que no llegamos visitar por falta de tiempo.